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El caso de Perrotel y el nacimiento de la grieta en el Perú

Tristemente, la polarización entre la población peruana, tanto como los que habitan en suelo patrio como los que nos encontramos en el extranjero, se agudizó después de los resultados de la segunda vuelta. Una clara señal de esta intolerancia y desprecio hacia el otro fue la publicación de un hotel canino que informaba que no recibe a perros con familias "comunistas".

Publicado: 2021-05-27

Antes de que arrinconen virtualmente y exigir de qué lado de la vereda estoy parado, tengo que aclarar que no voy a hacer un análisis de equipos o candidatos que participan de la segunda vuelta presidencial, sino que voy a describir un fenómeno que ocurre en la Argentina, país donde vivo, y en el que desde hace años está instalada la grieta es motivo de apasionados enfrentamientos en redes sociales y también en el mundo real.

Revisando algunos sitios sobre la polarización que ocurre acá desde hace un buen tiempo, Norma Morandini, hermana de dos desaparecidos por la dictadura, declaró al sitio El Independiente que tiene claro que “el problema lo trajeron los Kirchner”.

La verdad es que cuando vine a vivir a Buenos Aires, en marzo de 2006, no notaba este fenómeno. En aquel año, Néstor Kirchner se encontraba transitando la mitad de su mandato y la economía era estable. El sueldo mínimo era de 860 pesos, unos 250 dólares, la mitad alcanzaba para alquilar un departamento de un ambiente y con el resto podías vivir tranquilamente. Con la crisis financiera global de 2008, las cosas cambiaron y progresivamente nos llevó a que el sueldo mínimo hoy sea de 30.000 pesos, al tipo de cambio callejero unos 193 dólares, y con eso te alcanza tan solo para pagar alquiler de un departamento con una habitación.

Con esa crisis económica transitamos dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, uno de Mauricio Macri y el actual de Alberto Fernández. Con el pasar de los años, las diferencias entre kirchneristas (peronistas) y los antikichneristas se fueron acrecentando exponencialmente. Antes de las redes sociales, el enfrentamiento era en los medios de comunicación, los que vivimos acá tenemos perfectamente identificados cuales comulgan con el oficialismo y cuales con la oposición.

Ya pasamos esa etapa que en este momento atraviesa el Perú, esa de la acusación de “la prensa mermelera”. Como el otro día hablaba con un amigo que vive en Lima, hay una gran diferencia entre ser objetivo y ser imparcial. Es innegable que hay medios que le dan más cobertura y rotación al candidato que se ajusta a sus intereses económicos, y en menor medida al que “no es de su agrado” ¿Un ejemplo? Nadie duda del apoyo del Grupo El Comercio a Keiko Fujimori y de la poca cobertura a la actividad proselitista a Pedro Castillo, son objetivos al momento de informar, pero es notoria la parcialidad hacia la candidata de Fuerza Popular ¿Se le puede exigir que hagan lo contrario? No, no hay una ley o norma que obligue a que la cobertura sea 50 y 50. En Estados Unidos esto también ocurre durante en la etapa electoral, en los últimos sufragios del país yankee, mediante una editorial, el New York Post transparentó su apoyo a Donald Trump. Como se imaginarán, no hubo ataques a sus periodistas y nadie los calificó de vendidos o mermerleros.

Volviendo a Argentina, llevo más de una década conviviendo con la grieta. Por mi trabajo tengo que escuchar a las campanas de ambos lados, pero un ejercicio que ayuda a no marearse es buscar información fidedigna de lo que ambos proponen. Una característica de esta polarización es la desacreditación mutua, no importan los motivos, pueden ser raciales (ya lo vimos con lo de “los cholos no mentimos” de Modesto Montoya), físicos (como el meme de Juan Pari de “no se puede arreglar los dientes y va a arreglar la economía) hasta los pedidos más hilarantes como los de la dueña de Perrotel.

¿Por qué antes no ocurría esto en el Perú? No soy sociólogo, pero el sentido común me dice que es porque nunca antes se habían enfrentados dos partidos cada uno con modelos de gobierno diametralmente diferentes. Sea cual sea el resultado de la segunda vuelta, el bando perdedor, cada vez que pueda, enrostrará todos los errores que cometa el nuevo gobierno a los que votaron por la fórmula ganadora, incluso los más ínfimos. Ante la cada vez evidente impericia para manejar el tema de la pandemia por parte del gobierno argentino, muchos de los que no votaron a la fórmula Fernández - Fernández repiten a sus contrarios: “No te quejés, hacete cargo, vos los votaste”.

Lamentablemente, tengo que contarles que la grieta llegó al Perú para quedarse ¿Qué puede menguar y desaparecer progresivamente este enfrentamiento? Un buen gobierno, uno que responda a las demandas de todos los peruanos, la de los que los votaron y los que no, que se mantengan los números de inflación que hasta hace poco eran la envidia de los países vecinos y que haya un estado presente en todo el territorio nacional

Vivo en un país con una forma de gobierno distinta a la que hay hasta ahora en el Perú, con una inflación anual del 36%, con pobreza del 42% y con una canasta básica que aumentó un 2350% en los últimos 13 años. No quiero lo mismo para mi país. Ahora sí, que comience el apanado virtual.


Escrito por

Luis Vilchez Reyes

Periodista. Viví durante quince años en Argentina, hoy estoy en el sur del desierto israelí. Que sea siempre rock. TW: @lvreyes


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